17 septiembre, 2014

Falta un día menos para ese "algún día"



Venía embaladísima. Tomando decisiones, avanzando (tampoco venía pensando demasiado). Pero funcionaba, no dudaba, hacía las cosas e iban saliendo. Y, de repente... un contratiempo me detuvo, por algunos varios pero contados momentos; me hizo empezar a volver a pensar, y por ende volver a tener miedo. Y dicen que el miedo no somos más que nosotros mismos pensando estupideces que el 99% de las veces ni siquiera se convertirán en una realidad. Los miedos son una especie de sombra, una de esas que te envuelve, que te atrapa, te transporta al medio de un GRIS, te congela y te paraliza. No te permite pensar con claridad, ni ser objetivo, ni encontrar ese rayito de luz que antes veíamos, que estábamos por tocar con la punta de nuestros dedos.



De repente, el mundo empieza a girar otra vez. Y empiezo a salir de esa nebulosa, creo que porque algo de la luz que vi en algún momento me sigue llamando. Es que algunas ideas me encandilan. Yo sé que soy un tanto caprichosa, que se me mete algo en la cabeza y no paro hasta conseguirlo (a menos de que antes me aburra). Pero en el fondo ¿no deberíamos ser todos un poquito así? Ir detrás de lo que queremos?  De un sueño, una ilusión, una idea, un ideal, de un plan? 

¿Quién cree en eso de las señales? YO. Quizás hasta un punto un tanto exagerado a veces, pero hace semanas que veo por todos lados esas típicas imágenes con frases del estilo o preguntas como: ¿estás haciendo lo que te gusta? o ¿estás haciendo todo lo que querés? o ¿estás haciendo lo que tenés ganas hoy? ¿no? ¿y qué esperás? Y ahí digo, la pucha, ¿qué corno espero? ¿Qué vivimos esperando? Por qué vivimos esperando a que sea el momento indicado, el momento correcto, el tiempo para, el tiempo de. El tiempo de ser felices, de irnos a vivir con alguien, de enamorarnos, de desenamorarnos, de dejarnos, de encontrarnos, de ir al cine, de ver la novela, de leer el libro, de volver a casa, de irnos de casa, de salir del trabajo, de querernos, esperar, esperar, esperar: vivimos esperando el momento indicado. VIVIMOS ESPERANDO. Y ¿sabés qué? ME EMBOLA ESPERAR. Y siempre digo que odio esperar, odio hacer fila, odio sentir que pierdo el tiempo. Pero acaso no vivo perdiendo el tiempo si siempre estoy esperando el momento de? 

El momento correcto no existe, el momento nunca va a llegar si siempre lo estamos esperando, el momento lo generamos nosotros mismos. 

La vida no es esperar: la vida es tomar una decisión. La vida es un impulso gigante y el tiempo es el regalo más preciado que tenemos. ¿Vamos a seguir esperando?










16 septiembre, 2014

ESTO es amor

Diálogo de una escena de Louie.



Dr. Bigelow: Entonces te arriesgaste a tomar la oportunidad de ser feliz, aún sabiendo que más adelante estarías triste.

Louie: Sí..

B: Y ahora... estás triste.

L: Sí.

B: Entonces... cuál es el problema?

L: Estoy demasiado triste... Mirá, me gustaba el sentimiento de estar enamorado de ella. Me gustaba. Pero ahora ella se fue y la extraño y eso es horrible. Y no pensé que iba a estar así de triste, y me siento como... por qué ser feliz si solamente va a llevarme a esto, entendés? No valió la pena.

B: Sabés, la miseria se desperdicia en los miserables.

L: ¿Qué?

B: Sabés, no estoy completamente seguro de cuál sea tu nombre, pero sos el típico idiota. Pensás que compartir tiempo con ella, besarla, divertirte con ella, pensás que de eso es de todo lo que se trata? Eso era amor?

L: Sí.

B: ESTO es amor. Extrañarla, porque ella ya no está. Querer morir.... sos tan afortunado. Sos como un poema caminando. O preferirías ser algún tipo de fantasía? Algún tipo de cuento de Disney? Es eso lo que querés? No lo ves?  Esta es la parte buena. Esto es lo que estuviste buscando todo este tiempo. Ahora, finalmente lo tenés en tus manos, esta dulce semilla de amor, dulce, triste amor, y vos querés tirarlo a la basura. Entendiste todo mal.

L: Pensaba que esta era la parte mala.

B: No! La parte mala es cuando la olvidás, cuando ella ya no te importa, cuando ya no te importa más nada. La parte mala está viniendo, así que disfrutá del corazón roto mientras puedas, por el amor de Dios.  Levantá la caca del perro, podés por favor? Afortunado bastardo, no he tenido mi corazón roto desde que Marylin me dejó, desde que tenía 35 años. Lo que daría por tener ese sentimiento de nuevo.... Sabés, no estoy seguro de cuál es tu nombre,  pero podrías ser la persona soltera más aburrida que jamás haya conocido. Sin ofenderte. Dame mi perro. Ven aquí. Vos... no te caigas.

08 septiembre, 2014

¿Cómo es el proceso para deshundirse?




- Me estoy hundiendo en un pozo depresivo. 
- ¿Y cómo es el proceso para deshundirse?
- Te dije que me estoy HUNDIENDO en un pozo depresivo.
- Por eso, yo te pregunto cómo hacés para salir de eso y deshundirte.
- No sé, no llegué a esa parte todavía, no lo pensé. Recién me estoy hundiendo.
- Bueno, te lo pregunto ahora: ¿qué pensás para salir de eso?
- No lo sé.
- Bueno, cuando pensés en algo, contame. Sos una persona ingeniosa...





No sé. Es que a veces pienso que no estamos bien diseñados. ¿No sería bueno poder llorar nuestras tristezas hasta que sólo aparezcan sonrisas? ¿No sería bueno largar todo lo de adentro, todo lo que nos aqueja, a medida que se nos van cayendo las lágrimas? ¿No se supone que estamos largando algo, que lo estamos dejando salir, que nos está limpiando? No sé si siempre después de llorar o lagrimear me siento mejor. No entiendo por qué tengo ganas de llorar, pero no puedo, o cuando no quiero se me rebalsan solas. De verdad que no estamos bien diseñados!!

Y pienso, y pienso. Mientras lagrimeo. Me quedé pensando. Pensando en todo lo que podría significar la palabra hundir, encontré varios de sus significados, bastante acertados para describir el sentimiento (fuerte); me quedo con:

Sumergir, introducir algo en un líquido u otra materia hasta cubrirlo por completo o llevarlo al fondo.
Hacer bajar el nivel de una superficie, deformarla hacia dentro
Destruir, consumir, arruinar.
Abrumar, oprimir, abatir
Confundir a uno, vencerle con razones.


Entonces quise descubrir el significado, según el diccionario, de la palabra deshundir. Resulta ser que no está registrada en el diccionario de la Real Academia Española. Y me puse a pensar (de nuevo, casi como constantemente) y llegué a la conclusión de que si HUNDIR significa (todas) esas cosas, entonces podríamos decir que deshundir sería algo así como:

Descubrir por completo o levantar hacia lo más alto.
Hacer subir el nivel de una superficial, formándola hacia afuera.
Construir, suministrar, reparar.
Aliviar, soltar, levantar.

Para deshundirme del pozo debería (al menos) intentar descubrir por completo o levantar hacia lo más alto, el ancla que me tira hacia abajo, verla a la luz y enfrentarla, quizás podría entender todo un poco mejor. Eso sí, hace falta algo de valor, y fuerza. Si la pifio, tal vez me tenga que hundir un rato más.

Construir, empezar de nuevo, o arrancar desde donde dejamos alguna vez antes, buscar soluciones y no problemas, entender que a veces el problema no está en uno, si no en los demás. 

Vivir del hoy, no de lo que había antes... Es que a veces lo de antes ya ni está, o está tan roto que mejor sería reparar. Si no funciona (y todos sabemos que los errores son para aprender, no para cometerlos dos veces) siempre se puede volver al paso anterior: construir.

Aliviar, soltar, levantar. Aliviar los dolores. Soltar lo que nos hace mal. Levantar la cabeza,  mirar hacia adelante.

30 julio, 2014

Basta de miedo

Qué ganas de poder respirar! Hace días que me encuentro suspirando, o respirando hondo, y largando ese sonido al final de cada suspiro o cada respiración profunda que termina siendo como un poco de alivio. Un alivio que dura poco, hasta el siguiente suspiro. Una especie de presión en el pecho y sensación de sentirme enjaulada. 

Hace poco leí a una persona usando la palabra arrastrada y alguien le decía que definitivamente esa era su palabra. Y de repente me pregunto, no será también mi palabra? No será nuestra la palabra? No nos sentimos arrastrados y obligados a cumplir con determinados estándares que nos hacen sentir enjaulados?

Hace algunos meses me reencontré luego de 8 años con un gran amigo de mi "infancia" o mi adolescencia (qué buena palabra adolescencia) y me dijo que cuando uno tiene adentro algo que le grita que haga tal cosa, por algo es, que hay que hacerlo. Y desde ese momento no dejo de pensar, y de dar vueltas en mi cabeza y preguntarme: ¿qué quiero hacer? ¿estoy haciendo lo que quiero? Estoy cómoda con esto, con lo otro, con aquello... pero estar cómodo no necesariamente quiere decir que esté feliz con esto, con lo otro, con aquello. Simplemente quiere decir que estoy lo suficientemente cómoda como para quedarme ahí dormida, pero... ¿eternamente?

No, no quiero quedarme eternamente así. Me aburre estar sólo cómoda. Busco algo más, siempre busco algo más. Yo sé que es un rasgo defecto humano ser insaciables, es que realmente lo somos! Siempre queremos más, nunca nos alcanza!!! Pero, podría estar mejor, más conforme, más contenta. Quiero al menos poder sentir que respiro con tranquilidad, sin suspiros, sin largar ese ruido que significa un alivio, o al menos que el alivio me dure un poco más!

Es que  siempre llegamos a la misma conclusión (sí, llegamos: yo y mi otro yo) de que nuestro peor enemigo es el miedo (que somos nosotros mismos). ¿Por qué no somos completamente libres? ¿Por qué no nos animamos a hacer las cosas o a decirlas? POR MIEDO. Miedo al qué dirán, miedo a lo que puede pasar, miedo a que nos vaya demasiado mal o demasiado bien, ¿por qué no? Miedo a dejar las cosas que nos daban tranquilidad, que nos hacían sentir cómodos. Pero ¿por qué no podemos tener un poco más de esperanza y creer que todo lo que nos depara el camino siempre puede ser mejor que lo que estamos dejando atrás?

Hace dos años, y acá vuelvo a recordar a esta persona que concocí cuando viajé a Córdoba para entrevistarme para Coca Cola... Esta persona que con algunos años más que yo, y por ende con más (mucha más!) sabiduría encima, me dijo para mi sorpresa que: ¡estaba bien fracasar! Que era joven (y fue hace dos años ... qué pérdida de tiempo no haber arrancado en ese momento..) y que las personas infelices eran esas personas que nunca se animaron a hacer nada, que nunca se la jugaron, que siempre se quedaron pensando en qué hubiera pasado si. Que un fracaso es nunca jugársela! Y sí, es cierto. Entonces, por qué no nos la jugamos un poquito más? PARA LO QUE SEA! No quiero un fracaso por nunca haber siquiera intentado, prefiero uno por haber sido lo suficientemente valiente. Al mundo le hace falta un poco más de valentía.

¿Lo que más miedo me da de jugármela? No sé, todo lo que me van a decir, todas las miradas, lo que pueda pasar o no, el fracaso, intentarlo y que me vaya mal. Pero hay algo adentro que me pide salir, que me pide libertad, hay algo adentro que me dice que lo que tengo que hacer no es lo que todos me dicen, si no lo que adentro mío SIENTO. Y no, no cumple con los estándares "tradicionales" de todo el mundo, pero creo que cumple con los míos. Con los estándares de mis propias convicciones sobre ser, hacer, sobre vivir, sobrevivir. 

Hay momentos para hacer las cosas, y hay momentos que son decisivos. Sí, momentos de ahora o nunca. Es ahora o nunca! Es anclar, y quedarme así para siempre, o salir al mundo a hacer lo que siento, lo que quiero, lo que tengo ganas, lo que sea! 

No sé si todos los impulsos son buenos o acertados, pero habrá que averiguarlo.  Quiero escribir (por qué no colorear) mi propia aventura.

07 julio, 2014

Please don't go



¿Todavía no inventaron esas máquinas que hacen que podamos volver atrás en el tiempo?

Es que ando ganas de volver el tiempo atrás, un poco nada más, para guardarme algunos lindos recuerdos y grabármelos tan fuertemente con indeleble en el alma. Como para no olvidarme jamás de tu cara, de tus gestos, tu sonrisa, tu mirada (esa mirada que me llena el alma de una alegría tan melancólica que podría llenar un río con lágrimas), todo eso que a veces parece borroneárseme. Es que quiero poder acordarme de tu olor, que en tan poco tiempo se desvaneció. De tu voz, que todavía a veces me resuena en algún lugar de la casa. 

Me gustaría volver el tiempo atrás, a algún abrazo para sentirte cerca todos los días, para guardármelo y tenerlo a mano siempre que lo necesito, siempre que te extraño, siempre que lo quiera tener. El tiempo atrás para atraparte en alguna grabación diciéndome "Hi", y ponerlo cada vez que quiera que me llames. 

Es que a veces siento que lo que recuerdo no está tan bien grabado, que va desapareciendo. Es que ahora siento que el tiempo pasa, y te me vas... Y cuando te pedí que me esperes, te pedía que no me dejes.











27 mayo, 2014

Love is simple



Generalmente no entiendo a la gente, porque no entiendo la gracia de hacer las cosas que son tan simples... tan complicadas. ¿Cuándo vamos a entender que los complicados somos nosotros y no lo que nos pasa?

Generalmente la gente no me entiende, porque no entienden la gracia de ser simple, y de decir la verdad. No, no oculto nada. ¿Tan difícil tiene que ser mostrar lo que pasa? ¿Tanto nos tiene que costar todo? ¿Tanto miedo a hacer el ridículo tenemos que en vez de jugárnosla, preferimos no contar la verdad? No entiendo, y nunca lo voy a entender. No entra en mi cabeza que lo extraño sea encontrarse con gente transparente, nunca voy a entender por qué lo raro es sentir y compartir sin miedo y no al revés. Nunca va a entrar en mi cabeza que sea tan difícil algo tan simple. Para mí tampoco hay arma más seductora que contestar siempre la verdad.

06 mayo, 2014

Si hoy fuera mi último día de vida...

Alguien me dijo hace poco que tenía que usar la "técnica de Steve Jobs". Se acuerdan que una vez dijo: «Cada día me miro en el espejo y me pregunto: "Si hoy fuese el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?". Si la respuesta es "no" durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo»?

Y yo pensé, que seguramente si mañana en la mañana todos nos miráramos en el espejo, y pensáramos en una próxima vida, prometeríamos o quisiéramos hacer cosas como: 
amar más, reír más, o quizás intentaríamos convencernos de que la próxima vez tendremos menos miedo.

Y ahí re planteo todas las pautas con las que intento vivir mi vida. Y en cómo me gustaría y necesitaría que todo el mundo viviera... Muchas veces llegué a dudar, acerca de si me comporto de la manera correcta, si lo que creo está bien o no, pienso mucho en la posibilidad de equivocarme con respecto a lo que quiero y espero del mundo... Es como una duda existencial que empiezo a tener. Cuando me doy cuenta de que sí estoy bien en mi línea de pensamiento, llego a pensar que el mundo es un gran problema para los que hablamos siempre con la verdad, porque el problema de los que hablamos siempre con la verdad es que creemos que todos se comportan de la misma manera. Es el problema de los que actuamos de corazón, llamémoslo: desinteresadamente. De los que sentimos tanto por segundo. Pero no, no puedo llegar a otra conclusión jamás... Si bien me aflige o me genera un cierto vacío la sensación de sentir que voy contra la corriente, en definitiva realmente, sólo me arrepiento de las cosas que dejo sin hacer, jamás de las que hago. Porque siempre las hago con el corazón.

Pienso que tenemos que hacerle siempre caso al corazón, hay algo adentro que siempre nos da las respuestas correctas, y si no lo son.... es que algo teníamos que aprender. Siempre hagámosle caso a nuestro instinto: a la pasión, y nunca nos preguntemos si es realista o no.
Las personas no son hermosas o lindas por cómo se ven, por cómo caminan: las personas son excepcionalmente hermosas por la forma en la que aman, por la forma en la que les importa lo que sucede alrededor, son excepcionalmente deslumbrantes por todo lo que comparten, sin importarles el quedar vulnerables ante la vida, ante el universo. La respuesta a todo sería ser completamente auténtico, sin ningún tipo de miedo ni restricción.

Realmente, no hay nada de malo en amar y enamorarse de cada puta cosa que hay en la vida. La gente negativa genera sus propios muros, sus propias trabas. Entonces, nunca jamás deberíamos pedir disculpas por vivir con entusiasmo y pasión por cada cosa que nos atrae. Nunca, nunca, nunca. Si supiéramos realmente cuán corta es la vida, desperdiciaríamos un segundo? Un momento?

Y sí, ya me dijeron mil veces, diez millones de personas diferentes que soy muy sensible, y más de uno de los que me conocé me ha escuchado decir:
 - es que siento demasiado. Cada palabra, cada mirada, cada gesto, beso, abrazo, cada acción, cada energía... va directo a mi corazón. Y no, no me molesta vivir así. Tampoco me molesta empezar conversaciones que tengan algún significado... ¿Por qué no pregunto cosas más fáciles, más comunes, por qué siempre interrogo? Por qué siempre quiero meterme en lo más profundo de otros seres? Es que no quiero saber algo que probablemente sea mentira, armado, premeditado, una respuesta automática o que simplemente no signifique. Quiero encontrarme con los demás. ¿No es lo que queremos todos?



Y sí, probablemente muchas veces (si no todas...) quedo como una tonta. Pero, ¿por qué no? La vida es corta. Y tenemos demasiado miedo de decir las cosas que realmente, valen la pena decir. Y no, yo no quiero vivir así. No me gusta no ser transparente, no me gusta vivir en las mentiras, no me gusta vivir en la ignorancia, nada de eso me haría sentir algo real. A pesar de querer ese golpe de realidad, no quiero que el mundo me haga "más dura", quiero seguir siendo como soy. No quiero que el dolor, me haga odiar. No quiero que la amargura me robe ni un poco de la dulzura que hay en mi vida. Quiero que, a pesar de todas las cosas que me lastiman día a día, poder seguir hablando sólo de felicidad. Si hoy fuese mi último día de vida, al menos sabría que viví viviendo y morí sintiendo.

05 abril, 2014

Lo que se va

Ambigüedad. Extrañar. Escapar. Inspirar. Amar. Necesitar. Vaciar. Elegir. Esperanza. Respirar. Destino. Ansiedad. Aceptación. Dejar ir.

Son las palabras, sensaciones, acciones que más resuenan en mi cabeza (y en mi corazón) últimamente. Por diferentes razones, completamente independientes unas de las otras, y otras veces más encimadas que todas las palabras que salen de mi boca segundo tras segundo.

La sensación de ir extrañando las cosas que se fueron perdiendo, o que se van perdiendo. Es la sensación que más me abruma últimamente, lo que más sufro y lo que más me cuesta. Me genera esa ambigüedad de pensar, y saber que las cosas, y las personas en nuestras vidas se van. Que es lo lógico y lo normal, el curso natural de la vida y el ciclo de la misma. Que hay gente que está para quedarse, gente que viene sólo de paso a dejarnos o a enseñarnos algo. Y creo que es un tema recurrente en mí, hace ya un largo tiempo: La gente que viene y que va. Las cosas que vienen y se van. 

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRaYBvTwa9x82urJM5Nb8Ern1zKH2Ufk9lmbfwjChoOYkECIt9A9-Z9booJWItFb0mmgX1uX5D_kdblVuzzJITixpsLPkxt3l4CQ-g1LFKYqIeiz-gqgkO735UwJP1zIvmX9rkZ08wXCf1/s1600/coincidence.jpgHace rato  alguien me enseñó que lo lindo o lo bueno no era cuánto tiempo alguien estaba en nuestra vida, que no podíamos retener a todo el mundo y que estaba bien que la gente se fuera. Que lo importante y lo lindo es pensar que dentro de 20 años le voy a contar a mis hijos sobre una persona que conocí, que me enseñó por ejemplo que la gente se va. O recordar que un día, cuando pensaba que nunca iba a volver a encontrar a alguien que me llene el alma, conocí una persona maravillosa, que estuvo brevemente en mi vida, que me hizo sentir desde lo mejor otra vez, hasta el sentimiento casi más triste de mi vida.  Pero hey! Eso es lo lindo, ser alguien recordado, alguien de quién no se van a olvidar, alguien que dejó algo, que enseñó, que inspiró. Alguien que generó. Y pucha, cómo coincido! Y sé que es tan cierto. Pero no puedo evitar querer retener todo lo que se quiere ir de mi.

Las cosas pasan por una razón. Si tiene que ser será, cuando sea el momento indicado. Lo sé, puta que lo sé! Pero los miedos de que en realidad no tenga que ser nunca, me aplacan el corazón, me quitan la respiración... Me llenan los ojos de lágrimas, el alma se me vacía y por un instante necesito respirar hondo. Una bocanada de aire fresco que me permita pensar, volver a mis cabales, ser consciente (ser coherente, y ser coherente a veces me cuesta tanto con cada sensación y sentimiento queriendo arrancarse constantemente de mi ser). Y lo más importante a veces, algo que también cuesta, ser menos exigente... (no significa conformarse tampoco) porque las cosas a veces no se exigen. Se dan porque se quiere así, y si no se quiere no nos corresponde. Pero que triste, ver que los demás quizás no quieren  (o no pueden), que las distancias se agrandan, que los tiempos se discontinúan... Que todo es una brecha cada vez más grande. Pero, hay que aceptarlo. Si exigiendo no está, sin exigir tampoco... Quizás, no nos corresponde y lo mejor es dar la vuelta y caminar en la otra dirección.

Los miedos de olvidar también están. De olvidar sensaciones, palabras, gestos. Sentimientos. Y pensar esto también me genera ese vacío en el pecho, que a la vez me genera esa falta de aire. Y pensar a la vez en lo lindo de los momentos que podrían estar por venir si existiera el reencuentro, ese del destino, que dice que las cosas sí tenían que suceder....  Me generan lo mismo. Lo gracioso de esos re encuentros, que tenían que suceder, es que todos se simplifican en una acción y un sentir: un abrazo y sensación de poder volver a respirar.


Perdón por expresarme de esta manera. Es que no sé si lo entendés, ni si importa (porque estás o no estás y ya no sé quién me escucha, ni quién me lee, ni quién me ve). A veces me expreso tanto que me termino sintiendo una idiota, pero a la vez no expresarme y no decirlo sería no ser yo. Y quedar como idiota, y ser una ilusa, son parte de mi ser. Lo prefiero siempre así, así lo digo.. aunque por dentro me mate la sensación esa de creer que porque siempre hablo con la verdad todo el mundo también lo hace, y que los silencios son la falta de cosas lindas que decir. Pero está bien, todo es como tiene que ser. Y si no tardas mucho, espero toda la vida.


"lo que nos cura se va, siempre se va, lo que nos cura se va 

siempre se va, lo que nos cura se va, 
se queda un rato, nos mima, nos miente y despues se va.."

31 marzo, 2014

Mucho más allá

¿Y si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me das a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
"¿es que yo soy? ¿verdad que sí ?
¿no es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?".

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues esto es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.



De: Las aventuras perdidas