07 junio, 2012

Tus ojos

Sensaciones encontradas, sí, he tenido. Nunca tan imponentes como las que tengo cada vez que te veo desde el día aquel.

Pienso en vos aunque lo evito, y me invento excusas para no pensar, y cuando me acuerdo me inunda la tristeza, quizás de las más grandes que he sentido.

Pero cuando te veo, esos ojos color miel, más claros que nunca, más profundos y más lejos, aunque tan cercanos a la vez. 

Porque cuando me ves, me sonreís con tu mirada, como a nadie. Creo que hasta les damos envidia. Y me genera tal felicidad, inexplicable, y abrumadora.

Luego siento esa gran tristeza, otra vez, de pensar que puede ser que algún día ya no te vea más. Aunque antes de irme, cada vez,  te pregunto si nos volvemos a ver y vos siempre me decís que sí.

Y me voy, contenta, porque tengo tu palabra y tu mirada; me voy con esperanza pero tanto miedo que de nuevo me deja pensandote.